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ENDULZANTES NO CALORICOS ¿BUENOS O MALOS?

  • Foto del escritor: comidasinculpas
    comidasinculpas
  • 19 jun 2018
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 24 oct 2019


Qué Estevia, Tagatosa, Sucralosa, Aspartamo y muchos más… te suena conocido? Son los endulzantes no calóricos que se están utilizando mucho como reemplazo del azúcar en miles de productos (tanto envasados como de casa). Y es que ahora con la nueva ley de etiquetado de alimentos, la mayoría de los productos envasados poseen en mayor o menor cantidad este tipo de endulzantes y nosotros los consumimos sin siquiera notarlo.

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Pero ¿debemos tener cuidado con ellos?


Partamos primero con lo más importante, veamos cuales son los principales y más conocidos que actualmente se encuentran en Chile:




Estevia: Esta proviene de la planta Stevia rebaudiana, y es por eso que se le conoce como más natural (aunque dejemos en claro que la estevia de supermercado, la liquida y en polvo pasa por una seria de procesos industriales, por lo que deja de ser tan “natural” como todos creen, a diferencia de la hoja seca que se puede encontrar en algunos locales). Es 300 veces más dulce que el azúcar y no deja ese sabor tan metálico que entregan los otros endulzantes (1).


Tagatosa: También posee un origen “natural” ya que se puede encontrar en pequeñas cantidades en productos lácteos. Se obtiene al separar la lactosa en glucosa y galactosa. Siendo esta última utilizada para formar una estructura similar a la fructosa con un sabor dulce y bajo índice glicémico. Su consumo excesivo puede causar malestares como flatulencia e hinchazón ya que puede ser fermentada por la flora intestinal (2).


Sucralosa: Un endulzante similar al azúcar de mesa, donde se le adiciona cloro para transformar su estructura y evitar su absorción intestinal. Es 600 veces más dulce que el azúcar (2).


Aspartamo: Es un derivado peptídico (de proteína) que es digerido en el tracto gastrointestinal (por lo tanto aporta calorías, pero muy poco). Esta digestión produce fenilalanina, ácido aspártico y metanol. Es 200 veces más dulce que el azúcar, por lo que se usan pequeñas cantidades para lograr el dulzor y por este motivo su aporte calórico es casi nulo (2).


Acesulfame K: Es un endulzante sintético que no aporta nada de calorías. Usualmente se utiliza con otros endulzantes para potenciar el efecto de estos. Este es absorbido a nivel intestinal y eliminado por la orina (2).


Sacarina: El primer edulcorante no calórico creado. Es 300-500 veces más dulce que el azúcar y posee un sabor metálico. Es el más económico de todos y por su sabor, habitualmente se usa mezclado con otros endulzantes (2).


La lista que les menciono son los principales endulzantes NO CALORICOS (no aportan calorías) y son los más utilizados por lo menos en Chile. Actualmente la mayoría siempre vienen mezclados para mejorar el sabor y las características de estos, incluso las botellas o pastillas de un endulzante solo (esto se ve especialmente con la estevia, que por lo general viene con aspartamo o sucralosa mezclada).


Este tipo de aditivos alimentarios poseen la clasificación GRAS (Generally Recognized As Safe) que del inglés se traduce en que son seguros. Y además se trabajan en base a su IDA (Ingesta Diaria Admisible), que corresponde a la cantidad máxima de mg de endulzante que se puede consumir por kilo de peso. De esta forma, los niños (que poseen un peso menor que los adultos) pueden consumir una menor cantidad de endulzante en comparación con un adulto. Este valor permite reconocer que los valores por debajo del IDA mencionado no representan un efecto toxico para nuestro cuerpo.


Hasta ahí vamos bien, no cierto?


Pero que sean seguros no significa necesariamente que sean inocuos (no produzcan daños).


En las últimas décadas se ha hecho una evaluación del real alcance que pueden tener este tipo de aditivos en nuestro cuerpo; estudiando desde el efecto en nuestra ingesta calórica como también el efecto psicológico que puede ocasionar.


Efectos en la ingesta de calorías totales


Normalmente uno piensa que al consumir productos con endulzante no calóricos, el aporte de calorías diarias es menor. Pero tal vez no es tan cierto. Primero es importante considerar que en cualquier producto procesado si se le quita un ingrediente importante como el azúcar (que da sabor y consistencia a un alimento) se debe reemplazar con otro ingrediente y esto habitualmente se puede lograr con una mayor adición de materia grasa, logrando un buen sabor pero algunas veces acompañado de más calorías. Esto demuestra que no necesariamente todo lo sin azúcar es menos calórico (3). Tampoco existe mucha claridad sobre el papel que juegan los endulzante no calóricos sobre el apetito, ya que algunas investigaciones han demostrado que puede existir un aumento de este luego del consumo de endulzantes (3) (5) (6).


Alteración de la microbiota intestinal


Ya es conocido los efectos positivos que tiene la microflora intestinal en nuestro cuerpo (un enorme grupo de bacterias que conviven en nuestros intestinos y que nos brindan múltiples beneficios). Algunas investigaciones relacionan el uso de endulzantes artificiales con una alteración de esta microbiota, pudiendo contribuir al desarrollo de procesos inflamatorios en nuestro cuerpo, un aumento del peso corporal y mayor tendencia al desarrollo de Diabetes Mellitus tipo 2 (3) (4).


Compensación de alimentos


Desde el punto de vista psicológico existe la teoría de que a mayor consumo de alimentos endulzados artificialmente existe un aumento del consumo de alimentos procesados y altos en calorías. Esto se produce por una “compensación” que realiza la persona al saber que está consumiendo menos calorías, por lo que siente que puede consumir más alimentos productos de este déficit (3).


Tendencia a lo dulce


Mientras mayor sea el consumo de alimentos dulce (ya sea endulzados con azúcar o artificialmente) existe una mayor tendencia a consumir y preferir este tipo de productos, además de que el umbral del dulzor aumenta, por lo que cada vez se necesita un sabor más dulce para satisfacer nuestra necesidad (3).

Si sumamos todos estos factores, la utilización de endulzantes artificiales no calóricos sigue siendo controversial. Estamos claros que su uso en ciertas personas puede ser muy beneficioso (por ejemplo diabético o persona con exceso de peso) pero en el común de la población todavía queda mucho por investigar, por lo que su uso debe quedar a criterio de cada persona, considerando todos los aspectos mencionados anteriormente.


Actualmente existe la noción de que la solución al problema de la obesidad no es eliminar el azúcar, si no que lograr una disminución del consumo de productos azucarados (con o sin calorías) para lograr una disminución de su consumo de manera gradual y de esta forma lograr una mejora en la alimentación diaria.

Así que aquí está la información. Todavía no hay nada 100% claro con respecto a este tema y su uso puede ser beneficioso, pero su exceso tal vez resulte perjudicial. Recuerda que la decisión es tuya y lo más importante es evitar los excesos, todo en equilibrio resulta mejor.


Bibliografía

(1) Salvador R, Sotelo M y Paucar L (2014). Estudio de la Stevia (Stevia rebaudiana Bertoni) como edulcorante natural y su uso en beneficio de la salud. Scientia Agropecuaria 5, 157 – 163.

(2) Calzada R, Ruiz M, Altamirano N y Padrón M (2013). Características de los edulcorantes no calóricos y su uso en niños. Acta Pediátrica de Mexico 34 (3), 141 – 153.

(3) García J, Casado G y García J (2013). Una visión global y actual de los edulcorantes. Aspectos de regulación. Nutrición Hospitalaria 28 (4), 17 – 31.

(4) Suez J, Korem T, Zilberman G, Segal E y Elinav E (2015). Non-caloric artificial sweeteners and the microbiome: findings and challenges. Gut microbes 6 (2), 149 – 155.

(5) Brown R, De Banate M y Rother K (2010). Artificial Sweeteners: A systematic review of metabolic effects in youth. International Journal of Pediatric Obesity 5 (4), 305 – 312.

(6) Pepino Y y Bourne C (2011). Nonnutritive sweeteners, energy balance and glucose homeostasis. Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care 14 (4), 391 – 395.

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